Las declaraciones de Sánchez me han recordado a ese capítulo de The West Wing donde ante una crisis política que hace olvidar, momentáneamente, la enfermedad que el presidente había escondido a la opinión pública, la portavoz declara que el presidente se siente «aliviado de poder centrarse en lo que de verdad importa». Allí, claro, las declaraciones son un desliz y desatan un escándalo nacional, mientras que aquí, siendo premeditadas y de teleprompter, no pasan de lamentable anécdota recogida en algún triste artículo. Pero ellos tenían a Sorkin y nosotros, por no tener, no tenemos ni a Iván Redondo.
Problemones de Sánchez
El gobierno necesitaba un empujoncito para mejorar España y parece ser que la pandemia se lo ha dado. Así lo dijo Sánchez y solo le faltó dar a los fallecidos las gracias por palmarla. Por España y por su presidente.