3.11.21

Hay que imaginar a Greta feliz

Dice el titular que la Conferencia de Glasgow era la «última oportunidad para controlar el clima», pero yo apostaría que habrá más. Porque mucho me temo que eso no sea información sino alarmismo, ese mismo virtue signaling que practican los presidentes cuando ponen caritas de preocupados por el cambio climático antes de entrar a la reunión y anuncian con gran contento grandes acuerdos de nobles intenciones pero sin entrar en detalles ni compromisos al salir.