26.5.22

El malestar en la cultura de la violación

Lo primero es mandarlos a la mierda. Eso es siempre lo más urgente. Y luego ya viene el pedirles explicaciones. Porque a veces corremos el riesgo de olvidar que fueron ellos, y no yo, al menos, quienes prometieron acabar con la violencia de género y con la cultura de la violación.Esta señora delegada del Gobierno en Valencia, por ejemplo, nos pregunta a los hombres qué nos pasa, y al hacerlo nos acusa...

19.5.22

De nalgas, putones y putadas

Después de ver lo de la izquierda con Chanel ya hay quien pide un manual para saber cuándo enseñar carne es libertad y cuándo prostitución. No es necesario.Es algo que entendemos todos. Porque esto es en el fondo como la trágica diferencia entre la puta y el putón, donde la puta le dice que sí a todos, y el putón a todos menos a ti. Ahí es donde se cruza la línea que separa la libertad de enseñar...

12.5.22

Polémico penalti en el CNI

"No es una destitución, es una sustitución". El mensaje de Margarita Robles, la todavía ministra Robles, no es un mensaje, es un mantra. Se trata de repetir las cosas no para que queden, sino para que pasen. "Haz que pase", ¿recuerdan?, es el lema de la legislatura.Aquí, en este Gobierno, en este país, ya es como si todo fuese periodismo deportivo. Como si ya sólo se tratase de lanzar el mensaje al...

5.5.22

Roe vs Infantino

Salían ayer unas pobres niñitas americanas en el telediario. Sollozaban y protestaban y presumían ante las cámaras. “He gritado”. “He llorado”. Son jóvenes y son monas y están preocupadas, y eso siempre es una buena noticia.También estaba muy preocupada el otro día la consejera catalana de lo feminista, que salió a decir que "no estamos garantizando lo suficiente el derecho al aborto". En un país...

3.5.22

Socialistas e independentistas cabalgan juntos hacia la nada

Ya lo habían intentado Ada Colau y Yolanda Díaz por Sant Jordi, confesando compungidas, las pobres, como confiesa Julia Otero que es de izquierdas, lo intranquilas e inseguras que se sentían ahora cuando hablaban de sus cosas. Porque a lo mejor a ellas también las espiaban. Se trataba de diluir el asunto y, sobre todo y como siempre, de sumarse al carro del vencedor, que por miserias que ahora tampoco...