29.12.20

Dijo Diego

Por mucho que lo intentase Évole, Messi no se mete en política. Ni siquiera para ir al Mercadona, que se supone el super de los humildes y currantes, aunque alguna vez haya ido «al super», en genérico, en inclusivo. Pero este procedimiento evasivo tiene sus límites, que son los límites mismos de la inclusión o el relativismo. Y aquí el límite fue Maradona. Preguntado sobre esa jugadora, Dapena, que se sentó de espaldas cuando las demás rendían homenaje a Maradona, Messi separó al autor de la obra para constatar que sobre el Maradona persona hay opiniones distintas y que hay que respetarlas. Pero en realidad no. Es decir, sí que las hay, supongo, pero no hay que respetarlas todas por igual. Si Maradona fue, como dijo esta futbolista rebelde, «un violador, pedófilo, putero y maltratador», (que yo qué sé) entonces no vale decir que la gente tiene opiniones distintas sobre su vida privada. Que sí, que claro que las tienen, pero no valen. Y eso es tan claro para todo el mundo que, aunque muchos han rendido homenaje al futbolista Maradona, y alguno incluso al comunista Maradona, nadie le ha rendido homenaje por violador, por pedófilo o por maltratador. Por putero es más probable, pero tampoco me consta.