28.1.22

De brujas, enanos e instituciones 'woke'

Los profesores suelen decir que aprenden mucho de sus alumnos y los actores, que aprenden de sus personajes. Pero no siempre es cierto. A Peter Dinklage, el enano de Juego de Tronos, ese que recomendaba no olvidar nunca lo que eres porque el mundo no lo va a olvidar y a usarlo como tu mejor armadura para que nunca sea tu punto débil y nadie pueda usarlo para herirte; a ese enano, digo, no le gusta que Disney versione la película de Blancanieves manteniendo a sus siete enanitos con todos los estereotipos que la película, según denuncia, representaba.

27.1.22

Verdades como puños

Hay que ser muy pero que muy cínico o muy pero que muy cobarde para declararse pacifista y partidario de la diplomacia cuando se trata de Vladímir Putin. Y si algo sabemos es que Pablo Iglesias cobarde no es. Aunque se haya cortado la coleta y en Cataluña trabaje de escoba del sistema, Iglesias sigue siendo el azote del régimen. 

 Dice Iglesias que ahora ya no miente. Y tiene su gracia porque dice justo lo contrario, pero provoca el mismo efecto que aquel del chiste filosófico que diciendo "estoy mintiendo" acaba con cualquier posibilidad de creer y de no creer en lo que dice. Será la posverdad, pero qué más dará que mienta como que diga la verdad cuando en realidad ninguna de sus palabras ha ido nunca de eso, sino de "todo es política". Y en política ya se sabe.

20.1.22

Ada Colau, presunta alcaldesa afín

No es (presunta) malversación, es nueva política. Y si Ada Colau fuese tan valiente como era, saldría a dar las pertinentes explicaciones y a decir que claro que ha dado dinero, ¡y mucho dinero además!, a organizaciones afines. ¿A quién se las iba a dar, a las no afines? ¿A las fuerzas reaccionarias y antidemocráticas? Porque no hay otra. Desde su punto de vista, no hay otra.

15.1.22

Rufián I 'El incrédulo'

Dicho mucho de cómo está la cosa que Rufián se esté quedando ya como el más listo de la clase. Y que si no aprende del Príncipe, aprende al menos del Principito. Si este nos enseñaba que un buen rey, el más poderoso y más glorioso de los reyes, puede incluso mandar salir y ponerse el sol siempre que sepa cuándo hacerlo, Rufián nos enseña que un político no debería dar credibilidad a nada que le obligue a hacer cosas que ni le apetecen ni le convienen. Esta credibilidad selectiva es un talento, supongo, que además encaja y muy bien con ese perezoso arrastrar la voz y suspirar con el que nos suele perdonar la vida.

13.1.22

Nuestro héroe Djokovic, a pesar de Djokovic

El culebrón Djokovic sigue abierto pero va tomando el camino correcto, que es el de los “errores humanos” en la lucha por causas imperfectas. 

Se había convertido en la batalla final por la libertad en el mundo, la derrota final de la pandemia, la némesis que pone en su sitio al pasado de hubris, la justicia social y local contra las pretensiones de un millonario global o la venganza del pueblo Serbio o de Jesucristo mismo reencarnado para acabar de una vez por todas con el mal en el mundo y etc. Porque cada uno lucha por lo que le da la gana, pero el Estado de derecho, la democracia liberal y demás, tiene una tendencia natural, por lo general muy positiva, a reducir todas estas luchas al papeleo y la burocracia. Y así ha sido con el caso Djokovic, reducido a procedimiento judicial, formularios, tecnicismos, mentirijillas e incertidumbres. Problemas y defectos humanos. Demasiado humanos.

6.1.22