25.3.20

Lecciones de una pandemia

Corren por las redes un montón de introspectivos que aseguran haber descubierto ahora que la sanidad pública es buena y la derecha es mala. Como ellos, yo también he aprendido algunas cosas que ya sabía y que es mi obligación compartir con el mundo.

He aprendido, por ejemplo, que Mad Men es muy probablemente la mejor serie que se haya hecho nunca. Y que Messi es el mejor jugador de la historia.

He aprendido que "good fences make good neighbours".

Que...

donde no llegan las paredes ni la educación tiene que poder llegar la policía. 

La política es cuestión de vida o muerte.

No basta una tragedia para crear un héroe.

Situaciones inesperadas requieren de líderes bien preparados.

Los problemas globales requieren soluciones locales. El mundo posnacional tendrá que esperar.

Los virus no entienden de ideología ni de fronteras, pero los políticos deberían.

La verdad importa según la diga nuestro Agamenón o su porquero.

Los gobiernos mienten para ocultar su impotencia y su incapacidad. Y los ciudadanos creen para ocultar su miedo y su ignorancia.

Cualquier tarea, por estúpida o sencilla que sea, tiende a ocupar todo el tiempo que encuentra disponible.

Los ricos viven en mejores casas de los pobres. Seguro que eso no da la felicidad, pero en ocasiones quizás ayude un poco.


En el momento más insospechado puede uno echar de menos un piano o una bici estática.

Estaría bien saber cocinar un poco.


Incluso en cuarentena, la vida es demasiado corta para pasarla con libros que no sean los mejores.

La nevera hace un ruido espantoso y habría que pedir que la mirasen.

Una nevera llena es una mala noticia.

Nunca se encuentra tiempo para hacer lo que no se quiere.

Tanto besuqueo y tanto abracito no podían traer nada bueno.

Mi vida en cuarentena se parece mucho a mi vida normal e incluso a mi vida ideal. Debería aprender a rentabilizarla para poder seguir comiendo cuando esto acabe.

Los documentales de animales son una cosa fascinante.

Cualquier distancia con un desconocido es poca distancia con un desconocido.

La gente no sabe andar por la calle respetando las mínimas distancias de cortesía.

La gente es más cerda cuando menos la miran.

La gente es lo peor.

Las crisis sólo son una oportunidad para quien buscaba una excusa. Para los demás son simplemente una putada.

Las crisis no nos hacen más inteligentes ni abiertos. Nos hacen más temerosos y por lo tanto, algo más sectarios e intolerantes. En el mejor de los casos, a unos pocos los hará más prudentes.

Ningún gobernante puede eludir la fortuna, pero algunos saben tratarla mejor que otros.

En los asuntos de la política, la ciencia es un buen sirviente pero un mal maestro.

Tot ve que cau.

Publicado en TheObjective